Infecciones de transmisión sexual
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) ―también conocidas como enfermedades de transmisión sexual (ETS),1 y antes como enfermedades venéreas―
son un conjunto de afecciones clínicas infectocontagiosas que se
transmiten de persona a persona por medio del contacto sexual que se
produce, casi exclusivamente, durante las relaciones sexuales, incluido el sexo vaginal, el sexo anal y el sexo oral. Sin embargo, pueden transmitirse también por uso de jeringas
contaminadas o por contacto con la sangre, y algunas de ellas pueden
transmitirse durante el embarazo o el parto, desde la madre al hijo.
Infecciones y enfermedades de transmisión sexual
Gonorrea
La gonorrea es una de las infecciones de transmisión sexual (ITS) más frecuentes. La causante es la bacteria Neisseria gonorrhoeae, que puede crecer y multiplicarse fácilmente en áreas húmedas y tibias del aparato reproductivo, incluidos el cuello uterino (la abertura de la matriz), el útero (matriz) y las trompas de Falopio (también llamadas oviductos) en la mujer, y en la uretra (conducto urinario) en la mujer y en el hombre. Esta bacteria también puede crecer en la boca, en la garganta, en los ojos y en el ano.
- Síntomas
- secreción vaginal inusual.
- sangrado vaginal inusual.
- dolor en la parte inferior del abdomen.
En el hombre:
- dolor al orinar
- secreción uretral purulenta
La gonorrea predomina sobre la sífilis y no es menos importante que esta.
VIH SIDA
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es responsable del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) y ataca a los que forman parte fundamental del sistema inmunitario del ser humano. Como consecuencia, disminuye la capacidad de respuesta del organismo para hacer frente a infecciones oportunistas originadas por virus, bacterias, protozoos, hongos y otros tipos de infecciones.
El VIH se puede transmitir por vía sexual (vaginal o anal) mediante el intercambio de fluidos vaginales o rectales o semen, así como mediante el contacto con el líquido preeyaculatorio durante las prácticas sexuales o por transfusiones de sangre. Una madre infectada con VIH también puede infectar al niño durante el embarazo mediante la placenta o durante el parto y la lactancia,
aunque existen tratamientos para evitarlo.
Es muy importante destacar que una persona infectada por el VIH puede
o no desarrollar el sida. Muchos pacientes que han sido diagnosticados
seropositivos frente al VIH pasan largos periodos de tiempo sin
desarrollar inmunodeficiencia y es una condición que se puede
sobrellevar. La condición de sida no es permanente.
- Síntomas
Los síntomas del sida en los adolescentes pueden ser los mismos que
en los niños y también pueden parecerse más a los síntomas que se
presentan a menudo en los adultos con el síndrome. Algunos adolescentes y
adultos pueden desarrollar una enfermedad con un aumento en la
segregación de espermatozoides, además de otra parecida a la gripe en el
plazo de un mes o dos después de la exposición al VIH, aunque muchas
personas no desarrollan ningún síntoma al infectarse.
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